Blog de Marcos Ivan Quintana

Te extraño mucho, Víctor y apenas te fuiste hace unos días. Te escribo estas líneas a manera de catarsis.Te comparto unas fotos que estuve juntando hoy.

Recuerdo aquella tarde de 1988 en la que te conocí. Sucedió después de alguna ronda de los torneos que organizaba el Profe Vallejo. Ahí estabas tú jugando blitz con el que se te pusiera en frente. Uno tras otro los derrotabas. A los novatos les dabas ventaja de 5 contra 3 minutos. El Profe me metió discretamente a la fila de retadores y ya cuando estuve en el tablero, los demás te echaron carrilla para que me dieras ventaja de 5 contra 1. Me viste escuincle y aceptaste el reto. Recuerdo que pensé: "no importa lo que hagas, no dejes que te mate". Busqué cambiar las damas varias veces y cuando por fin lo logré ya no pudiste ganarme, aunque tenías mucha ventaja de material se te cayó la bandera. ¡Todos te echaron carrilla!...esa era parte del relajo de los chavos que nos juntábamos a jugar. El Profe me jaló para que ya no siguiera jugando y me dijo: "te comiste un buen pollito". Ya después me enteré que tú ganabas torneos seguido.

En la siguiente ronda tú me buscaste... y a partir de ahí, amigos para SIEMPRE.

Tú vivías en Gómez Palacio y yo vivía en Lerdo, muy cerca de la plaza de armas. Seguido me ibas a buscar para jugar ajedrez. En muchas ocasiones compartimos un tortillón (les llamabas "ahogaperros" 😂). Me empezaste a invitar a jugar los domingos en el taller de Alan en Gómez. Y ahí se jugaba mucho blitz. Con ese grupo aprendí mucha táctica. Por ti la raza me empezó a llamar "Ivanchucko".

Me gustaba mucho tu forma de ser tan libre. Tocabas la guitarra, practicabas gimnasia y tenis de mesa, escuchabas muchos tipos de música, leías lo que se te antojaba, jugabas videojuegos, te gustaba ser loquillo, pero respetabas mucho al que pensaba diferente.

Siempre nos impresionabas con piruetas locas o te deteníamos alguna silla para que que hicieras una vertical a pura fuerza de brazos y abdomen.

Gracias a ti me interesé por leer más. Me dabas referencias de Nietzche o Gabriel Zaid. También me llevaste a conocer al sabio Nazario en su casa del cerro.

Tú me hiciste escuchar por primera vez a Silvio Rodríguez y de sobra sabes lo que eso ha influido en mi vida. Tú me regalaste mi guitarra. Me ha acompañado por cuatro países ya.

A pesar de que cambié mucho de lugar de residencia, siempre encontramos la forma de seguir en comunicación. Tú pasaste la mayor parte de tu vida en nuestra Comarca Lagunera. Gracias a ti nunca perdí el contacto. Recuerdo que nos escribíamos cartas postales. También cuando ibas a vivir por temporadas a los Estados Unidos. Es verdad que virtualmente estuvimos en contacto desde que tuviste acceso a internet y siempre que se podía platicábamos un rato o nos echábamos un blitz, pero el hecho de verte físicamente era una alegría diferente.

Siempre hubo forma de encontrarnos en los campeonatos nacionales. Recuerdo llegar y encontrarte jugando frisbee. Me gritabas: "¿A qué vienes inútil?". Qué gusto abrazarte "perro, sarnoso del averno y pitañoso" 😂.

Tenías facilidad para hacer amigos y para que la gente te quisiera. Gracias a ti, mi círculo de amistades siempre se extendió. Gracias a mis compadres Salvador y Carmen siempre hubo la oportunidad de encontrarnos en Querétaro o en Cuernavaca.

Jamás olvidaré aquella ocasión en el año 2000. Por trabajo me tocó viajar a los Estados Unidos y pude hacer una escala de algunos días en Los Ángeles. Te avisé y solamente me preguntaste: "vuelo y día de llegada". Ahí estabas en el aeropuerto esperándome. La pasamos muy bien, me llevaste de un lado a otro. Y cuando tuve la ocurrencia de preguntarte por tu trabajo, tu sabia respuesta: "Qué pues Ivanchucko, renuncié por supuesto. Aquí hay un montón de chambas, pero el tiempo que podremos pasar juntos no volverá jamás".

Así era cuando nos encontrábamos: "madrugadas sin ir a dormir". Cantando, jugando, conversando, bebiendo.

Revisando las fotos confirmo que he sido tremendamente afortunado de ser tu amigo.

Y no tienes idea de cómo te agradezco el hecho de que hayas viajado a Guadalajara en 2018 para encontrarnos. Cierto, yo viajé desde Europa, pero tú viajaste desde Gómez Palacio. Fue una alegría inmensa departir contigo y darte, sin saberlo, el último abrazo físico.

Hasta siempre querido Vic. Te quedas en nuestros corazones.

Tu amigo,

Ivan(chucko)